Blog de Raúl García

jueves 08 / 08 / 2024

Mi mayor descubrimiento literario de los últimos dos años ha sido sin lugar a dudas la obra de Octavia E. Butler. Mi última lectura ha sido la La Estirpe de Lilith (Trilogía Xenogénesis), que presenta a la protagonista, Lilith Lyapo, que es revivida por los oankali, una raza alienígena 250 años después de que la Tierra fuera devastada por una guerra nuclear.


Dos libros más de Octavia E. Butler

Dos libros más de Octavia E. Butler

“Los seres humanos temen a lo diferente. A los oankali les encanta la diferencia; los humanos persiguen a sus diferentes, y sin embargo los necesitan para darse a sí mismos definición y estatus. Los oankali buscan la diferencia y la coleccionan. La necesitan para evitar caer en el estancamiento y la sobrespecialización.”

Mi mayor descubrimiento literario de los últimos dos años ha sido sin lugar a dudas la obra de Octavia E. Butler. Mi última lectura ha sido la La Estirpe de Lilith (Trilogía Xenogénesis), que presenta a la protagonista, Lilith Lyapo, que es revivida por los oankali, una raza alienígena 250 años después de que la Tierra fuera devastada por una guerra nuclear. Los oankali son físicamente diferentes a los seres humanos y tienen la intención de devolver a los humanos a la Tierra, pero esto no se hace a cambio de nada. La civilización oankali se dedica a comerciar con genes viajando por el universo para mejorar su raza uniéndose a otras a las que oprimen de manera sibilina. Salvan a la humanidad para usar sus genes y poco podrán hacer los supervivientes para eludir este imperativo. Muchos seres humanos se rebelan frente a esta situación de manera violenta y xenófoba. En cambio, los oankali, a pesar de la opresión que ejercen sobre los humanos, no son violentos y su civilización es aparentemente compatible con la naturaleza e igualitaria. Digo “aparentemente” porque terminarán consumiendo todos los recursos de la Tierra dejando a su paso destrucción.
Los oankali tienen tres sexos: masculino, femenino y ooloi , siendo este tercero completamente diferente de ambos. Los ooloi son clave para la reproducción oankali, que involucra a los tres sexos, y es imposible de otra manera. Aquí también Butler introduce un elemento “extraño” centrado en la manipulación genética y unas relaciones muy alejadas del “amor romántico”.
En definitiva, Butler rechaza el maniqueísmo y nos cuestiona a los largo de la trilogía sobre la legitimidad de una civilización extraterrestre totalmente ajena al concepto de derechos humanos confrontada a una sociedad humana embrutecida. Al final, el margen para tomar decisiones se reduce en muchas ocasiones a lo “menos malo”, salvo quizá la posibilidad que se le da a los humanos de colonizar Marte. Sin lugar a dudas, La estirpe de Lilith, nos ofrece una lectura apasionante fuera de los límites de la ciencia ficción, más bien diría que la trilogía es inclasificable y que nos plantea toda una reflexión literario-filosófica sobre el ser humano bastante pesimista, aunque siempre queda un resquicio para la esperanza (Marte).

Otra obra interesante de Butler es La Parábola de los Talentos, una secuela de la Parábola del sembrador, a la que ya dediqué un brevísimo post hace ya algún tiempo. La Parábola de los Talentos , ofrece una visión distópica del futuro, que, a pesar de haberse publicado hace 30 años, describe una situación verosímil en la actualidad: escasez de recursos, calentamiento global, fundamentalismo religioso y un presidente de los EE.UU. autoritario, hipócrita y populista que quiere “hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande” (“make America great again”). Un lema que, si no me equivoco, usaron presidentes cono Nixon y Reagan y que en la actualidad ha resucitado Donald Trump.
Butler nos ofrece una visión apocalíptica y distópica del Antropoceno, aunque también hay elementos que apuntan hacia la esperanza a través de una cultura diversa, multirracial, empática (ahí puede incluso haber alguna conexión con Jeremy Rifkin) e inteligente capaz de repensar una sociedad que se dirige hacia un callejón sin salida.