El recientemente presentado Diagnóstico Energético de Gran Canaria ha puesto sobre la mesa los grandes datos que nos permiten saber dónde estamos y hacia donde debemos dirigir las políticas energéticas de Gran Canaria en los próximos años. Alcanzar la neutralidad en 2040 climática es un desafío inmenso que no ha hecho más que empezar. Debemos ser ambiciosos tanto en la escala como en la velocidad que estamos imprimiendo la transición energética. Es verdad que estamos reduciendo nuestras emisiones de CO2, pero todavía queda mucho margen de mejora en la eficiencia energética, que debe ser un objetivo prioritario en los próximos años. Para ello tenemos que hacer visibles nuestras emisiones de manera transparente y establecer objetivos claros de reducción de las mismas.
Sin duda la penetración de energías renovables ha ido aumentando en los últimos años y el esfuerzo se está notando, aunque todavía queda mucho por hacer. Vamos a tener que mejorar la presencia de renovables de manera mucho intensa que hasta ahora. La penetración de fotovoltaica -sobre todo en régimen de autoconsumo individual y colectivo- tiene que crecer mucho más, al tiempo que el almacenamiento a pequeña, mediana y gran escala nos permita integrar mucha más energía renovable. El Consejo Insular de la Energía ya se está planteando una primera batería en el Gran Canaria Arena y estudia en estos momentos más alternativas que van desde más baterías hasta la producción de hidrógeno verde. Sin lugar a dudas, la electrificación con renovables de nuestro sistema energético va a ser otro gran desafío que vamos a tener que acelerar de manera significativa.
No obstante, el crecimiento de la energía fotovoltaica ha sido muy importante y podemos afirmar que se está produciendo un despegue importante de la misma en Gran Canaria. Las ayudas al autoconsumo han sido muy importantes: más de 400 concedidas el año pasado por el Cabildo a las que hay que añadir también las de otras instituciones, especialmente el Gobierno de Canarias.
Estamos viviendo un momento de efervescencia en el sector de las renovables tal y como pudimos comprobar en "Conecta Energía 2022", el primer encuentro entre profesorado y alumnado de FP de grado medio y superior con empresas del sector de las renovables. También lo estamos viviendo en el curso sobre "Instalación y mantenimiento de sistemas fotovoltaicos en autoconsumo" que organiza la SPEGC junto con el Consejo Insular de la Energía. Las posibilidades de crecimiento del empleo verde en Gran Canaria son muy importantes, sobre todo si tenemos en cuenta que el autoconsumo colectivo todavía tiene que arrancar nuestra isla.
Bloques de viviendas, polígonos industriales y comunidades energéticas tienen que liderar esta segunda ola de la transición energética que comenzó con el autoconsumo en viviendas unifamiliares y pymes. Para impulsar esta segunda ola hemos creado la Oficina de Transformación Comunitaria y Transición Energética de Gran Canaria. El autoconsumo colectivo es más complejo de llevar a cabo: no es lo mismo tomar la decisión de instalar fotovoltaica en una casa terrera con una persona propietaria que en un edificio con una propiedad diversa. Por eso entendemos que esta oficina deberá jugar un papel importante no sólo desde el punto de vista técnico, sino también desde la perspectiva de la innovación social.
Las comunidades energéticas van a ser clave en todo este proceso porque no vale simplemente acelerar la velocidad, tenemos que asegurar que la transición energética sea justa. Las comunidades harán que la energía sea más asequible y democratizarán por tanto, no solo el acceso a la misma, sino también el papel más activo de la ciudadanía en su gestión.
Para concluir estos son algunos de los retos para llevar a cabo la soberanía energética de Gran Canaria:
- Tenemos que cortar los lazos con los combustibles fósiles con mayor intensidad.
- La transparencia en la reducción de emisiones es muy necesaria y debe ir acompañada de objetivos claros.
- Debemos mejorar la penetración de renovables, electrificando nuestro sistema energético.
- El almacenamiento y el hidrógeno verde deben tomar un protagonismo más importante.
- También debemos promover el contacto de la FP con el sector de las renovables y contribuir a la mejora de las capacidades de nuestros profesionales con el fin de cualificar el empleo verde en la isla.
- El autoconsumo colectivo y las comunidades energéticas deben protagonizar la "segunda ola" de la fotovoltaica y las renovables en Gran Canaria asegurando un acceso justo y un papel activo de la ciudadanía.
La transición de Gran Canaria hacia las energías limpias, respetuosas con el medio ambiente y generadas localmente no solo ayudará a proteger los ecosistemas y a nuestra comunidad insular, sino que también nos convierte en un banco de pruebas para demostrar cuál es el camino hacia la descarbonización del planeta.
Los desafíos a los que se enfrenta Gran Canaria son como un prototipo que aúna los desafíos a los que se enfrentan los sistemas energéticos de todo el mundo. A medida que el mundo comienza a emprender la transición energética global hacia fuentes de energía limpias en un esfuerzo por evitar la catástrofe climática, las lecciones, las tecnologías y las innovaciones sociales que surgen de las iniciativas sostenibles en islas a pequeña escala podrían contribuir a acelerar la mitigación del cambio climático a escala global.