La amenaza climática hace tiempo que condiciona la vida de las personas, la economía o las diferentes esferas de la política. Por esta razón, la información tiene un papel decisivo tanto para aquellos que la producen como para aquellos que la usan y comparten. Desde el momento en que el cambio climático dejó de ser un concepto etéreo y pasó a afectar a nuestra vida cotidiana (zonas de bajas emisiones, combustibles, dieta, etc.) se agudizó la desinformación y las noticias falsas. Pedro Fresco intenta desmontar muchos de esos bulos en su último libro "Energy Fakes. Mitos y bulos sobre la transición energética".
Las noticias falsas sobre la transición energética pueden propagarse de manera inmediata a través de las redes. Así, la información falsa difundida intencionadamente para manipular las opiniones sobre las políticas de eficiencia energética y transición verde, a menudo está vinculada a grupos (grandes corporaciones, retardistas, colapsistas y ultraconservacionistas) que buscan generar desconfianza. Pedro Fresco combate la desinformación energética, porque es consciente de que está en juego la credibilidad de las políticas climáticas. Utiliza datos y evidencias abrumadoras de diferentes fuentes para combatir bulos que van desde considerar que el autoconsumo puede resolver la transición energética o cuestionar el papel del almacenamiento en la futura electrificación de nuestro sistema energético. En mi opinión, el autor se enfrenta al escepticismo y el negacionismo, porque confunden a la ciudadanía y contribuyen a la inacción política, además de favorecer los movimientos políticos que apuestan por seguir con la inercia de las políticas basadas en el carbono.
"Energy Fakes" es una herramienta magnífica para contrarrestar los bulos y difundir eficazmente información precisa sobre la transición energética. Es un manual para llevar siempre encima y tener a mano los datos necesarios para combatir al negacionista. Libros como "Energy Fakes" que desmontan los mitos sobre la transición energética son cada vez más necesarios en un mundo donde la información certera es clave para saber cuáles deben ser las soluciones para abordar eficazmente la crisis climática. Después que cada uno integre su discurso con la necesaria carga emocional que requiere esta guerra cultural que estamos viviendo. Primero los datos, después la épica. La transición energética va a requerir de ello.
