Blog de Raúl García

miércoles 03 / 07 / 2024

Publicado en el C7 el 28/6/2024 El término «almacenamiento de energía» es un concepto al que nos vamos a acostumbrar durante la próxima década, a medida que la penetración de energías renovables aumente. Básicamente, consiste en capturar energía, como la electricidad, para que se use más tarde. Esto significa que, si sobra energía solar o


¡Almacenamiento energético ya!

¡Almacenamiento energético ya!

Publicado en el C7 el 28/6/2024

El término "almacenamiento de energía" es un concepto al que nos vamos a acostumbrar durante la próxima década, a medida que la penetración de energías renovables aumente. Básicamente, consiste en capturar energía, como la electricidad, para que se use más tarde. Esto significa que, si sobra energía solar o eólica, el excedente se puede almacenar para su utilización futura.

La necesidad de descarbonizar nuestro suministro de energía es el mayor desafío al que se enfrenta actualmente la humanidad, y solo alcanzaremos este objetivo si somos capaces de almacenar energía. En el caso de Gran Canaria y el resto de las islas, esto es clave para avanzar hacia un modelo energético más verde.

La falta de interconexiones con otras islas y la naturaleza impredecible de las fuentes renovables, como la solar y la eólica, plantean desafíos para el sistema eléctrico, lo que conduce a una dependencia de la electricidad estable generada por combustibles fósiles. ¿Cómo podemos superar esta situación? El almacenamiento de energía es clave para asegurar un suministro constante de energía renovable a los sistemas de energía, incluso cuando el sol no brilla y el viento no sopla. En otras palabras, el almacenamiento de energía puede ayudar a reducir las incertidumbres de la generación renovable al actuar como un amortiguador. Sin almacenamiento de energía, no se desarrollará todo el potencial de la energía renovable en Gran Canaria, y los costes de electricidad seguirán siendo altos debido a la continua dependencia de los combustibles fósiles.

Mientras algunos siguen proponiendo el gas natural licuado como una solución “de transición”, la propia UE ya está en proceso de alejarse gradualmente del gas. Mucho más sostenible es el almacenamiento de energía al facilitar la integración flexible de las energías renovables para garantizar que la generación no se desperdicie, reduciendo el exceso de oferta, evitando los cortes de suministro y manteniendo la rentabilidad de las inversiones.

El Cabildo de Gran Canaria impulsa proyectos de almacenamiento a gran escala como el Salto de Chira, y también está desarrollando proyectos con baterías electroquímicas en el Gran Canaria Arena, en la zona industrial de Jinámar y en el Polígono Industrial de Arinaga. Además, las ventajas del almacenamiento no sólo residen en permitir un mayor aprovechamiento de las energías renovables, sino también en proporcionar estabilidad y flexibilidad a la red eléctrica. Por ejemplo, las instalaciones de hidrobombeo pueden responder muy rápidamente en una situación de emergencia, pasando de cero a la producción completa en una fracción de segundo. En otras palabras, si hubiese una situación de emergencia, los proyectos de almacenamiento de energía podrían responder en milisegundos para garantizar que las luces de nuestra isla permanezcan encendidas.

Por otro lado, la ausencia de almacenamiento genera problemas de rentabilidad, puesto que obliga a realizar interrupciones en la producción de energía renovable por falta de del sistema para integrarla. Los datos oficiales dicen que, en Canarias, las interrupciones o vertidos han pasado del 1,7% en 2021 al 6% en 2023, es decir, en dos años han crecido un 257%. En todo caso, algunos promotores contradicen estos datos y nos comentan que han sufrido interrupciones durante varios días seguidos, especialmente los fines de semana con menos demanda. Este problema no es específico de Canarias, sino que afecta de manera especial a las islas que apuestan por el desarrollo de las renovables. Hace poco podíamos leer en la prensa especializada como este problema está afectando a la al sistema energético de Chipre y a su rentabilidad.

Ilustración 1 La línea roja muestra las interrupciones de renovables durante el mediodía del 21 de mayo. Fuente: REE.

Así, pues, estas interrupciones serán cada vez más frecuentes a medida que aumente la penetración de energías renovables. Lo lógico, por tanto, es almacenar ese excedente y ponerlo a disposición del sistema cuando haya demanda. Pero ¿qué ocurriría si alguien que se dedicara hoy a almacenar energía en una batería quisiera venderla en el mercado eléctrico? En la actualidad no existe ningún mecanismo de retribución específico y por eso es tan importante crear un “mercado de capacidad” que permita poner a disposición la energía almacenada y ofrecer estabilidad al sistema energético insular. Ahora bien, ese mercado de capacidad debería ir más allá de acumular en horas baratas y vender en horas caras, sino que debe incorporar variables que favorezcan la integración de renovables.

Por otro lado, el almacenamiento no es la única medida que debe implementarse. También hay que gestionar la red de una manera más inteligente a través de la digitalización. Esto evitaría reducir los excedentes de generación de electricidad aplicando interrupciones sobre la energía eólica y solar.

Es crucial, por lo tanto, comprender que no habrá un futuro verde para Canarias sin almacenamiento, ya sea con hidrobombeo o con baterías. El borrador de la Agenda de Transición Energética de Gran Canaria deja claro que el futuro energético de la isla pivota sobre el almacenamiento. Las cuentas están claras: gracias al almacenamiento, como el del Salto de Chira, los excedentes renovables disminuyen del 30,4% al 7,3%, logrando una penetración de renovables del 66,6%.

El almacenamiento de energía no será sencillo, pero debemos avanzar más allá del Salto de Chira en la dirección correcta. Además no solo es clave para un futuro descarbonizado, sino que durante las próximas décadas, enfrentaremos el cambio climático y sus amenazas a la red eléctrica. Frente a fenómenos climáticos cada vez más extremos, la energía almacenada podría ayudarnos a capear la tormenta, dotando de mayor seguridad a nuestro sistema eléctrico.

En definitiva, la Agenda de Transición Energética de Gran Canaria nos está marcando un rumbo y un ritmo para alcanzar la soberanía energética. Ya sabemos cuáles son los recursos para construirla. Ahora necesitamos tejerlos entre toda la ciudadanía, las instituciones y partes interesadas.