Blog de Raúl García

sábado 03 / 12 / 2022

En este sentido coincido plenamente con Pedro Fresco cuando dice que "tenemos que impulsar el autoconsumo, es prioritario, pero no es excluyente, todo es necesario, estamos en una transición energética que es enorme". Sin duda, para poder cumplir con nuestra cuota de responsabilidad en la lucha contra el calentamiento global, tenemos que aumentar la intensidad de nuestra transición energética, en Canarias al menos, tres o cuatro veces más rápido del ritmo actual. Ojalá que se llegue a entender que no sólo debemos aumentar la velocidad, sino también la diversidad de soluciones para ser más resilientes.


El autoconsumo es prioritario, pero no excluyente

El autoconsumo es prioritario, pero no excluyente

El cese de Pedro Fresco en el gobierno valenciano pone de manifiesto el giro de algunas organizaciones políticas y ecologistas hacia la “ortodoxia del autoconsumo”, que se está convirtiendo en el mantra del pensamiento único ultraconservacionista cada vez más presente. Si ya es complicado enfrentarse al populismo negacionista de la extrema derecha, ahora se abre un nuevo frente: el de aquellos que aparentan aceptar que hay que afrontar el desafío del cambio climático, pero no parecen comprender su urgencia y la necesidad de desplegar un variado repertorio de soluciones. Algunos, como Enric Juliana, hablan de la contradicción entre paisajistas y aceleradores.

Yo prefiero ser un poco más claro en mis planteamientos. Alexandria Ocasio Cortez decía hace algún tiempo que negadores y retardadores son una y la misma cosa. Ya lo manifesté hace algún tiempo en respuesta a las declaraciones de los portavoces de Ben Magec el día internacional de lucha contra el cambio climático.

Y la verdad es que duele ver que Compromís se está pasando a posicionamientos retardadores. Me parece muy sorprendente que se aparte de la ciencia e inicie una deriva hacia posiciones claramente ideológicas (en el fondo están defendiendo los intereses de la industria basada en los combustibles fósiles) sin ninguna base en los informes científicos aceptados por la comunidad internacional. Basar tus políticas climáticas única y exclusivamente en el autoconsumo equivale casi a convertirte en un “espectador”, cuando lo que necesitamos es un liderazgo con el coraje político necesario para abordar esta emergencia. Para ello debemos tener claro que no es posible gestionar la transición energética sin una visión clara, consensuada y basada en las recomendaciones de los informes científicos disponibles.

¿Qué reflexión debemos hacernos cuando se producen ceses como el de Pedro Fresco? En primer lugar, la transición energética es un proceso inevitable y deseable que debe iniciarse de inmediato. Eso significa que tenemos que descartar la opción de ser meros “espectadores”. No podemos seguir quemando, por poner un caso cercano, en Gran Canaria 49.671 barriles de petróleo al día, es decir, cerca de ocho millones de litros. La energía eólica y la solar fotovoltaica van a jugar un papel clave, mientras que el gran desafío va a residir en la integración de estas fuentes variables de energía, así como en la demanda de una transición inclusiva y justa.

A corto y medio plazo debemos mejorar la eficiencia energética tal y como estamos haciendo en el Cabildo de Gran Canaria. Estamos utilizando la digitalización para mejorar la eficiencia energética del centro de mayores de El Sabinal, pero, al mismo tiempo, vamos a instalar una bomba de calor basada en la aerotermia para reducir drásticamente los consumos, que podrán ser asumidos por la planta fotovoltaica que se iniciaremos en breve. También tenemos previsto instalar una batería cuando finalice la instalación de la planta fotovoltaica que se desplegará en la cubierta del Gran Canaria Arena.

Sensores instalados en El Sabinal que envían datos a una plataforma digital.

¿Debemos impulsar la generación de energía a través del autoconsumo? Por supuesto. Hay implementar políticas y medidas para una transición inclusiva y justa, marcándonos objetivos como la descentralización energética y la democratización.

En este sentido, el Cabildo de Gran Canaria predica con el ejemplo. Ahora mismo hay instalados 1,5 MW de autoconsumo en sus cubiertas y 2,5 en licitación o a punto de contratar. También incentivamos a los ciudadanos y las empresas a invertir sus propios fondos en la producción de electricidad para el autoconsumo a través de nuestras subvenciones (300 en 2021). Todo ello permite acelerar el proceso de descarbonización, reducir la necesidad de construir y financiar grandes instalaciones de renovables o evitar pérdidas en la distribución.

Además, las comunidades energéticas van a ser el eje sobre el que pivotará la descentralización y democratización del sector energético. La comunidad energética industrial que impulsamos desde el Cabildo en el Polígono de Arinaga o el trabajo que estamos desarrollando en el barrio de Siete Palmas son un buen ejemplo de este compromiso. Sin embargo, somos conscientes de que debemos de ir más allá. Por eso mismo hemos dado un paso adelante constituyendo la Oficina de Transformación Comunitaria y Transición Energética de Gran Canaria que de momento contará con seis personas dedicadas a impulsar las comunidades energéticas y el autoconsumo compartido por todos los municipios de la isla.

Simulación del potencial de 7MW para autoconsumo compartido en Siete Palmas

Hasta aquí todo parece más que aceptable, pero si nos descargamos la Estrategia de Autoconsumo que elaboró el ITC para el Gobierno de Canarias, vemos que el autoconsumo es claramente insuficiente. Con el autoconsumo podemos cubrir el 40% de la demanda del sector residencial. Así que la eficiencia energética y el autoconsumo no pueden monopolizar la transición hacia un modelo más sostenible. La única manera de crear resiliencia es a través de la diversidad. Y en Gran Canaria hemos contribuido o iniciado proyectos en geotermia, energía eólica marina, desalinización eficiente o la central de bombeo reversible del Salto de Chira. También estamos desarrollando anteproyectos para almacenar los excedentes de renovables y vamos a integrar el hidrógeno verde en algunos de nuestras iniciativas. Así mismo presentaremos en breve el primer diagnóstico de economía circular de Canarias, con un detallado estudio del flujo de materiales en la isla de Gran Canaria. En el Cabildo de Gran Canaria lo tenemos claro: más diversidad y más soluciones implican más resiliencia.

Es verdad que hay críticas desde ciertos sectores a las infraestructuras de renovables, por ejemplo, en lo referente a la afección de la eólica a las aves. Y en parte lo puedo entender. Ver una foto de un ave muerta debido a una colisión con las aspas de un aerogenerador nos impacta a todos. Ahora bien, un artículo publicado en el Journal of Integrative Environmental Sciences ya advertía en el 2012 las plantas de energía de combustibles fósiles matan 35 veces más aves por unidad de electricidad que los aerogeneradores. El problema es que no podemos sacarles una foto para generar compasión. Además, con las tecnologías actuales de detección estoy seguro de que esa ratio ha aumentado mucho más.

En definitiva, creo la visión sobre cómo queremos transitar urgentemente hacia un modelo energético más limpio y sostenible debe estar basada en datos e informes fiables y debe ir acompañada de liderazgo y coraje. La resiliencia de este nuevo modelo no puede basarse en únicamente en el “monocultivo del autoconsumo” tal y como pretenden algunas organizaciones ecologistas ultraconservacionistas y, desgraciadamente, algunos partidos políticos como Compromís. En este sentido coincido plenamente con Pedro Fresco cuando dice que "tenemos que impulsar el autoconsumo, es prioritario, pero no es excluyente, todo es necesario, estamos en una transición energética que es enorme". Sin duda, para poder cumplir con nuestra cuota de responsabilidad en la lucha contra el calentamiento global, tenemos que aumentar la intensidad de nuestra transición energética, en Canarias al menos, tres o cuatro veces más rápido del ritmo actual. Ojalá que se llegue a entender que no sólo debemos aumentar la velocidad, sino también la diversidad de soluciones para ser más resilientes.