Por experiencia personal, sé la gran responsabilidad que conlleva juzgar una época que no has vivido, poblada de muertos que ya no pueden defenderse. Pero también sé lo necesario que es superar la lealtad ciega a la propia familia o al país, trabajar para corregir los prejuicios y tener en cuenta las perspectivas de los demás, si se quiere realmente buscar la verdad.
Geraldine Schwarz
Tres libros que ponen encima de la mesa cómo el desconocimiento del pasado influye en nuestra visión del presente y en nuestras proyección hacia el futuro. Sus autores investigan la compleja realidad cotidiana de la historia y el presente y dirigen su atención hacia los cambios cambios políticos que conducen a discriminación, la denigración y la destrucción. A pesar de tener miradas retrospectivas, reflexionan acerca del peligro que suponen la polarización y la radicalización como manifestaciones absolutamente presentes en nuestro mundo globalizado.
La periodista Geraldine Schwarz indaga en el papel que jugaron sus abuelos durante la Segunda Guerra Mundial. Sus abuelos alemanes fueron unos “Mitläufer”, es decir, se dejaron llevar por la corriente. Tras la guerra quisieron olvidar y ocultarlo todo como una parte importante de los alemanes. Pero décadas más tarde, Geraldine descubre que su abuelo Karl se benefició de la “arianización” forzada de los negocios judíos, por lo que decide investigar el pasado de su familia. La autora también es nieta de un abuelo materno, gendarme durante el régimen de Vichy.
¿Hasta qué punto fueron culpables? Combinando la investigación familiar con la aplicación de la memoria histórica en diferentes lugares de Europa, Schwarz se pregunta ¿cómo transformaron los alemanes su culpa colectiva en responsabilidad democrática? ¿hicieron lo mismo en la RDA o en Francia? ¿hasta qué punto ha marcado eso una diferencia? Y, dado el creciente populismo en Europa hoy, ¿cómo podemos asegurarnos de recordar los crímenes del pasado?
Philippe Sands, abogado experto en litigios internacionales, es otro autor cuya obra mezcla lo personal y la investigación biográfica , mostrándolos como el resultado de eventos históricos y decisiones políticas. En Calle Este-Oeste la ciudad de Lemberg o Lvow es el punto de partida a través de la historia familiar del autor, conectada con eventos de la Segunda Guerra Mundial. Lemberg fue también el lugar donde nacieron Lauterpacht y Lemkin, dos juristas defensores de la protección de la dignidad humana que contribuyeron a las acusaciones del juicio de Nüremberg con los delitos de crímenes contra la humanidad y de genocidio, respectivamente. Cada uno lo hizo de manera diferente uno se baso en un enfoque centrado en el individuo y el otro en el grupo. A medida que leemos sus páginas nos surgen cuestiones tan básicas como el origen de nuestro yo y si realmente es conveniente que la ley no sólo proteja al individuo, sino también a los grupos. También resulta muy interesante complementar la lectura de calle Calle Este-Oeste con el documental Mi Legado Nazi, que pueden encontrar en la plataforma Filmin.
Ruta de Escape es una secuela de Calle Este-Oeste cuyos protagonistas principales son Horst Wächter, hijo de Otto Wächter, un dirigente nazi que logró mantenerse oculto tras la rendición alemana y que fallece en Roma cuando esperaba, protegido por la jerarquía católica, la oportunidad para huir a Latinoamérica. Magnífico trabajo de Sands que mantiene una constante tensión con Horst Wächter, quien, no obstante, le da acceso a una gran cantidad de documentación incriminatoria para poder demostrar que su padre fue un liberal que intentó hacer las cosas lo mejor posible. La reconstrucción que hace Sands de la vida de dos nazis como Otto y Charlotte Wächter es magistral, sin juicios de valor mostrando los hechos tal como fueron. Como bien dice Sands: «Uno no debe imponer al lector sus emociones o sus conclusiones».
